La primera Navidad, según la Biblia, ocurrió en Belén, cuando María y José, tras un largo viaje, encontraron refugio en un pesebre debido a la falta de espacio en la posada.

En Belén, durante la época del nacimiento de Jesús, la región vivía bajo el dominio del Imperio Romano, lo que influía directamente en la vida cotidiana de sus habitantes. La ciudad, ubicada en la región de Judea, era pequeña y modesta, pero de gran importancia histórica y religiosa, ya que era el lugar de nacimiento del rey David, según las escrituras del Antiguo Testamento.
En ese tiempo, el emperador romano César Augusto había decretado un censo para que todos los habitantes del imperio fueran registrados, lo que obligó a José y María a viajar desde Nazaret hasta Belén, ya que José era descendiente de la familia de David. La multitud que llegó a Belén debido al censo provocó una gran saturación de la ciudad, lo que resultó en la falta de alojamiento en las posadas locales.
Al llegar a Belén, María y José no encontraron un lugar en la posada y, debido a la falta de espacio, se alojaron en un humilde establo, donde Jesús nació en un pesebre, rodeado de animales. Este contexto de pobreza y humildad contrastaba enormemente con la grandeza del acontecimiento: el nacimiento del Mesías.
Mientras tanto, en los campos cercanos a Belén, unos pastores que cuidaban sus rebaños fueron sorprendidos por la aparición de un ángel que les anunció la llegada del Salvador, y les indicó el lugar donde encontrarían al niño. Este anuncio fue seguido por una multitud de ángeles que alababan a Dios, cantando: "Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres" (Lucas 2:14).
A pesar de las condiciones modestas de la ciudad y la humildad del pesebre, el nacimiento de Jesús en Belén fue el cumplimiento de una antigua profecía. El profeta Miqueas había anunciado que el Mesías nacería en Belén (Miqueas 5:2), lo que convirtió a este lugar en un punto central de la esperanza mesiánica para los judíos.
Así, mientras Belén era una ciudad pequeña y rústica, en esa noche silenciosa y humilde, el futuro de la humanidad comenzó a cambiar con la llegada de Jesús, quien traería un mensaje de salvación, paz y reconciliación entre Dios y los hombres.
Este evento no solo fue un acontecimiento histórico, sino el cumplimiento del plan divino para traer salvación al mundo, el nacimiento de Cristo es visto por los cristianos como el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento, especialmente las que anunciaban la venida de un Mesías que traería paz y redención a la humanidad.
La primera Navidad, aunque sucedió en circunstancias humildes y modestas, se convirtió en el inicio de un mensaje eterno de amor.
La humildad de su nacimiento, en un establo, refleja el amor y la sencillez con los que Jesús vino a habitar entre los hombres. La Navidad, por tanto, es un recordatorio de la gracia, paz y esperanza que trae el nacimiento de Cristo.
