Tatiana de Alfaro nació en El Salvador, es cristiana, esposa, profesional y madre de Natalia Alfaro, una talentosa escritora. Es un placer tenerla en Revista Grace, donde en esta entrevista comparte su experiencia única como madre de una niña con altas capacidades. Durante nuestra conversación, Tatiana nos cuenta sobre los desafíos y las grandes alegrías que surgen al apoyar a Natalia en su viaje creativo, brindando una perspectiva inspiradora sobre el desarrollo de un talento excepcional.
¿Cuándo notaste por primera vez que Natalia mostraba signos de tener altas capacidades?
Los niños con altas capacidades, por ser una condición neurobiológica en las cuales el cerebro procesa de manera diferente todo lo que le rodea, tienen una manera diferente de aprender. Aunque son rasgos que van apareciendo desde los primeros meses de vida, generalmente uno de madre no lo asocia con las altas capacidades entonces, aunque algunas características son curiosas.
Con Natalia comenzamos a identificar un nivel de asociaciones bastante detallado, la hipersensibilidad sensorial, la atención por períodos prolongados, excelente memoria y entendimiento especial de los espacios y el desarrollo del habla muy temprano. Aproximadamente a sus dos años comenzamos a interpretar que era una condición especial, especialmente por los intereses bien particulares y en especial recién cumplidos los tres años que encontramos dibujos hechos con plumón permanente en las paredes de su cuarto con algunos dibujos que se repetían, y al preguntarle, entre frases repetía sobre un pez peludo y un cumpleaños. Seis meses después, regresamos a un lugar que conocíamos y nos dijo: “Ahí está el pez peludo (pez puercoespín) que dibujé en el cumpleaños” y nos dimos cuenta de que había asociado otras cosas de su entorno en ese dibujo. Un par de años después nos dijo: “Es que no podía expresarles con las pocas palabras que sabía en ese momento toda la historia que había escrito.” Eso ahora lo conocemos como asincronía, cuando la velocidad del pensamiento difiere del desarrollo del habla o la motricidad fina. A pesar de eso, ella aprendió a dibujar nombres (escribir) autodidácticamente a los 3 años y a los 4, ya leía fluido en español y dominaba muy bien el inglés. Más adelante, uno percibe el manejo de la lógica, las preguntas profundas y la curiosidad que les hace ir aprendiendo más y más.
¿Cómo fue el proceso de diagnóstico? ¿Te sentiste apoyada por los profesionales de la educación o de la salud?
Originalmente, la maestra nos refirió al psicólogo por sospechas de dislexia. Al ser autodidacta en la escritura, tenía facilidad para escribir y leer en diferentes direcciones. Sin embargo, en la evaluación se identificó que estaba relacionado con el desarrollo viso espacial, y se recibieron terapias para ello donde se identificaron los rasgos ambidiestros de Natalia y con las terapias se apoyó la motricidad fina. El examen psicológico determinó también las altas capacidades, y a partir de ello, nuestra pediatra nos recomendó ir a un centro de atención de altas capacidades que estaba iniciando en el país y que años más tarde se convertiría en la Fundación Altas Capacidades de El Salvador. Tanto la maestra, la psicóloga y la pediatra fueron claves en recomendar las interconsultas y en la identificación de un alcance temprano de hitos de desarrollo y un diagnóstico oportuno, y nos sentimos agradecidas de contar con su apoyo a lo largo de los años.
¿Cuáles han sido los mayores desafíos en la crianza de un niño con altas capacidades?
Generalmente, el diagnóstico llega cuando las asincronías empiezan a mostrarse y como padres, uno conoce a sus hijos y por instinto identifica que hay cierta conexión entre todo lo que van expresando y mostrando. En los primeros años, y la etapa de diagnóstico en los que aún no expresan bien sus emociones o intereses, el desafío es encontrar profesionales que puedan apoyar las necesidades particulares con un nivel de comprensión y especialización. Aunque es muy satisfactorio, también tiene su desafío mantener el ritmo de los intereses profundos, de un aprendizaje rápido, autodidacta y del desarrollo, incluso en el nivel de conversaciones, de conceptos profundos que se tienen diariamente. Por eso para nosotros ha sido clave ser parte de la Fundación porque además de relacionarnos con otros padres que están en similares etapas, las amistades que crean los niños son muy lindas, sinceras y ellos mismos van animándose entre ellos a potenciar sus talentos.
¿Cómo maneja Natalia sus emociones en el entorno escolar y social?
El manejo de emociones es un tema del cual la Fundación da un fuerte acompañamiento a los niños y jóvenes con altas capacidades. Recordemos que ellos procesan las ideas y el entorno diferente, por lo tanto, es un aprendizaje para todo el núcleo familiar no solo reconocer las emociones sino también expresarlas. A través de sus cuentos, Natalia promueve el apoyo en equipo para superar pruebas o alcanzar retos y además, prevenir el bullying. Actualmente, es parte del Programa de Enriquecimiento “Talentum” de España, y parte del contenido que están estudiando es de Psicología, que les ayuda a comprender mejor la ciencia detrás de las emociones.
¿Has tenido que hacer ajustes en la educación de tu hija?
Lo importante para los niños con altas capacidades es mantener su interés en aprender y motivar la disciplina de estudio y la búsqueda autodidacta de aprendizaje. Natalia está escolarizada presencialmente porque su interés didáctico se beneficia de observar la interacción entre maestros y alumnos y el entorno escolar. En muchos casos, hay educación a distancia y otros programas de aceleración curricular. Particularmente, en la pandemia fue difícil tener muchas clases virtuales, pero al regresar a la presencialidad, el mayor desafío es mantener el interés de aprendizaje cuando el contenido se aprende rápido. Con una coordinación entre padres, maestros y psicólogos, se puede lograr acuerdos importantes y si es necesario, se abordan los casos con el Ministerio de Educación e instancias locales. Adicionalmente, buscamos la oportunidad de desarrollarse en otro tipo de educación complementaria, como por ejemplo aprender otros idiomas, tocar música, participar en deportes, y las actividades propias de sus cuentos.
¿Cómo te aseguras de que Natalia no se sienta abrumada o aislada debido a su capacidad?
Siempre es importante, por un lado, que todos los chicos sepan que son valiosos por quien son, creados por Dios para un propósito especial, no por lo que hacen o lo que logran y recordar que son únicos en este mundo. Natalia es una niña analítica e integradora, y como ella comenta: “sus principios y valores cristianos es de donde ella cobra inspiración”. Ella ha aprendido que hay momentos en los que es importante “recargar baterías” descansando o tomándose tiempo para sí misma, y otros, en los que es el momento de trabajar en equipo, especialmente promoviendo la amistad, que es uno de sus valores favoritos. Nos resulta de mucho ánimo Filipenses 4:13: “Todo lo puedo en Cristo que me da fortaleza”.
¿Qué consejo le darías a otros padres que acaban de descubrir que su hijo tiene altas capacidades?
Recibir la noticia es una gran bendición de Dios y al mismo tiempo una gran responsabilidad. Comienza el camino de encontrar cuáles son los mejores escenarios y acompañamientos que le ayudará a su hijo a conocerse más e irse superando a sí mismo en las pruebas que se van presentando en el camino. Mis consejos principales son:
- Disfrutar cada hito y documentarlo
- Dar el apoyo psicoemocional en las diferentes etapas de crecimiento
- Integrarse a Fundaciones con otros padres de niños con altas capacidades para juntos encontrar oportunidades de maximizar sus talentos
- Recibir asesoría psicoeducativa en caso de que la oportunidad escolar del niño/a no satisfaga todas las adaptaciones curriculares necesarias por el nivel autodidacta que tenga
- Recordar que cada niño es único, en especial los chicos con altas capacidades, por lo tanto, apoyémosles y démosles la oportunidad de brillar de manera única.
Como es nuestra tradición familiar, para cerrar les animo con este versículo, que también es favorito de Natalia:
“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente, no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo por donde quiera que vayas.”
Josué 1:9.