Nuestros hijos ya son adultos y debemos estar listos para esta etapa. Les recomiendo el libro "You and Your Adult Child: How to Grow Together in Challenging Times" de Laurence Steinberg.
Esta lectura ofrece orientación y apoyo en este nuevo capítulo de la vida. Nuestra labor como padre aún continúa. Ahora, su rol debe adaptarse para satisfacer las cambiantes y constantes necesidades de su hijo. ¿Cuáles son esas nuevas necesidades exactamente? ¿Cuándo debo expresar mi opinión y cuándo debo quedarme callada? ¿Cómo puedo reconocer si mi hijo está atravesando un momento complicado? ¿Qué debo hacer si mi hijo se relaciona seriamente con alguien que considero peligroso? ¿Cuánto es demasiado tiempo? ¿Cómo puedo apoyar a mi hijo adulto en tiempos difíciles? A medida que nuestros hijos crecen, las respuestas a sus preguntas y desafíos se vuelven más complejas.
Es fundamental que recurramos a la oración para pedir sabiduría a Dios y que busquemos guía en la Biblia. Nuestros hijos enfrentan experiencias complicadas y necesitamos la sabiduría para abordar sus inquietudes con sinceridad y empatía. Necesitan validación, ya que esto tiene un profundo impacto en su bienestar emocional, autoestima, comunicación, habilidades de afrontamiento, motivación y salud mental en general. Validar sus experiencias y emociones puede ayudarlos a enfrentar los desafíos de la vida de manera más efectiva y a construir relaciones más sólidas y saludables. La comprensión pueden fortalecer el vínculo.
Nuevas Etapas, Nuevas Dinámicas
Necesitan validación, ya que esto tiene un profundo impacto en su bienestar emocional, autoestima, comunicación, habilidades de afrontamiento, motivación y salud mental en general. Validar sus experiencias y emociones puede ayudarlos a enfrentar los desafíos de la vida de manera más efectiva y a construir relaciones más sólidas y saludables.
La comprensión pueden fortalecer el vínculo. Escuchar es una habilidad que a menudo ignoramos. No me refiero solo a oír las palabras de tus hijos, sino a comprender. Es importante escuchar a nuestros hijos con cuidado, sin interrumpir ni juzgar. Se trata de mostrar empatía, comprensión, y de hacer preguntas si algo no está claro. Ellos tienen sus propias ideas, emociones y experiencias, la única forma verdadera de entender su situación es escuchándolos con atención.
Aunque tus hijos sean adultos, todavía es importante establecer límites claros en tu relación con ellos. Los límites ayudan a mantener una relación sana. Debemos respetar la privacidad del otro.
Recuerda que la oración es una de las mayores muestras de amor que puedes ofrecer. Ora por tus hijos y
encomienda su camino a Dios, confiando en que dará fortaleza y dirección en cada paso que den.
La vida tiene sus altibajos; habrá momentos de alegría y éxito, así como de desafío y tristeza. Como padre, uno de los regalos más valiosos que puedes dar a tus hijos adultos es la seguridad de tu apoyo incondicional, pase lo que pase. Esta presencia constante les otorga seguridad emocional y les asegura que siempre podrán contar contigo en cada paso del camino, al igual que confiamos en Dios.